sábado, 3 de noviembre de 2012

Apología imperecedera de lo falaz y manoseado (mi experiencia alentadora)


Mi puño se quedó con sus sueñitos patéticos
Con sus penitas no olvidadas en años
Con las lágrimas vergonzosas de cuando le dijeron que estaba mal,
De cuando lo echaron de la reunión y cuando le dijeron que no.

El me gustó, me enseñó ese hombre, con su pene y su valor,
Pero todo ha de salir mal esa vez,
Ella me uso, me golpeó esa mujer con su calostro y su revolcón,
Y me tiró cerca del orfeón,
Y yo le pedí que me ayude a ser firme y obrar esta transvaloración,
Me respondió: de que te servirá!

Y que me dirá? Cuando de frente y sin mirarle me esfuerce por no llorar,
Por no ensuciar su fortaleza con otra experiencia que lamentar.
Tranquila mujer que no me mata este asunto,
es como andar en bici después de años,
al menos gocemos que no me va a matar,
ni a tu sexo ni tus creencias locas
ni mis tratados ni mis letras vacías,
ni las canciones arriba en los cerros,
ni esos consensos consensuados amparados en la nostalgia de los tiempos del no,
amparados en los libros carentes de poesía
amparados en sus ideas de cambio,
amparado en su cambio sin cambio.

Ya qué???? Me vas a decir que me ponga a rezar???

A LA MIERDA, EL MUNDO GIRARÁ IGUAL!
MI CORAZÓN PALPITARÁ, NO IGUAL, PERO PALPITARÁ!
LA FELICIDAD SERÁ MENTIRA, IGUAL!
Me prometo no creerte más!!! Tonta cabeza!!!

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