Mi puño se
quedó con sus sueñitos patéticos
Con sus penitas
no olvidadas en años
Con las lágrimas
vergonzosas de cuando le dijeron que estaba mal,
De cuando lo echaron
de la reunión y cuando le dijeron que no.
El me gustó, me
enseñó ese hombre, con su pene y su valor,
Pero todo ha de
salir mal esa vez,
Ella me uso, me
golpeó esa mujer con su calostro y su revolcón,
Y me tiró cerca
del orfeón,
Y yo le pedí
que me ayude a ser firme y obrar esta transvaloración,
Me respondió: de
que te servirá!
Y que me dirá? Cuando
de frente y sin mirarle me esfuerce por no llorar,
Por no ensuciar
su fortaleza con otra experiencia que lamentar.
Tranquila mujer
que no me mata este asunto,
es como andar
en bici después de años,
al menos
gocemos que no me va a matar,
ni a tu sexo ni
tus creencias locas
ni mis tratados
ni mis letras vacías,
ni las
canciones arriba en los cerros,
ni esos consensos
consensuados amparados en la nostalgia de los tiempos del no,
amparados en
los libros carentes de poesía
amparados en
sus ideas de cambio,
amparado en su
cambio sin cambio.
Ya qué???? Me vas
a decir que me ponga a rezar???
A LA MIERDA, EL
MUNDO GIRARÁ IGUAL!
MI CORAZÓN PALPITARÁ,
NO IGUAL, PERO PALPITARÁ!
LA FELICIDAD
SERÁ MENTIRA, IGUAL!
Me prometo no
creerte más!!! Tonta cabeza!!!
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