Hoy me desperté
con los calzoncillos
que aprietan los testículos,
esos que disfrazan el
presente,
la ira y el sudor
que para los viejatos
es un recuerdo.
Hoy, sin mirar afuera
se que el plano no es plano
y que los ostentosos
ejecutan bien
su pega de ostentar
sin recordar sus acciones
reconociéndose en objetos
al azar.
Arráncame estos
calzoncillos!
No me digas activista,
no es contra la razón,
es contra el uso que de ella
el mundo hace!
¿Es que no ven
que los célibes tienen
gonorrea!?
¿Por qué la educación no
es gratis?
Si su tarea lista está
y al mundo han domesticado
fácil.
No quiero ser vomitivo
pero nuestro bolo
se saciará con ustedes
cuando el
desierto-domesticado
se riegue con su sangre,
las teles tengan alma
los mercados sean arboles
y me olvide de usar
estos
calzoncillos
apretes.